NORAH BORGES Para los aficionados a la buena pintura argentina, Norah Borges fue algo más que la hermana menor del gran escritor Jorge Luis. La importancia de esta artista nacida como su hermano en el porteño barrio de Palermo en 1901, radica en haber captado la fuerza naciente de aquella sociedad Argentina opulenta y espontánea de las primeras décadas del siglo veinte, y al mismo tiempo haber desembarcado las vanguardias artísticas europeas en ese Buenos Aires posterior a la Gran Guerra, desde los tanteos del expresionismo alemán hasta el mismo cubismo y el ultraísmo vertical, de quien su esposo, el crítico Guillermo de la Torre fuera redactor del manifiesto. Norah, quien fue bautizada así por el ingenioso Jorge Luis Borges, en realidad se llamaba Leonor Fanny, y desde muy pequeña había demostrado un marcado interés por las escenas reproducidas en los cuadros. Su formación como pintora comenzó a los catorce años en Suiza, en la Ecole de Beaux Arts de Ginebra con el maestro Maurice Sarkisoff. Su familia estaba en esa ciudad porque así lo requería un tratamiento médico para su padre, el abogado Jorge Guillermo Borges, quien perdía la vista progresivamente, como le ocurriría luego a Jorge Luis. En Madrid amplió sus estudios con el artista andaluz Julio Romero de Torres. Por aquella época tanto Norah como su hermano estaban muy identificados con el movimiento expresionista alemán: Jorge Luis Borges en la literatura expresionista y Norah en la pintura, especialmente la tendencia del grupo Die Brucke (El Puente) originario de Dresde cuyos artistas Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel y Karl Schmidt-Rottluff fueron sus principales inspiradores. La familia de Norah se transladó a Sevilla en 1921, lo que le permitió a ella participar en el movimiento Ultraísta, siendo la ilustradora de las revistas Grecia, Ultra y Reflector, que difundían la estética del movimiento. De regreso a la Argentina, en 1921, sus trabajos gráficos en Prisma extendieron el Ultraísmo a Hispanoamérica. En 1923 se publicó la primera obra poética de Jorge Luis Borges, ‘Fervor de Buenos Aires’ con las magníficas ilustraciones de Norah, quien para esta ocasión incursiona por primera vez en el cubismo, siendo una de las precursoras en difundir ese estilo en Buenos Aires, junto a Emilio Pettoruti y Xul Solar. Por esa época sus dibujos aparecen también en las revistas Martín Fierro y en la publicación surrealista francesa Manometre. Su casamiento con el crítico literario español Guillermo de la Torre en 1928 fue en gran parte el motivo de su alejamiento de la vanguardia pictórica, pero su condición de mujer casada –en una época en que ese rol suponía resignar otras actividades al de la maternidad- no le impidió experimentar en el campo del grabado a comienzos de la década del treinta, así como también incursionar en el Teatro Universitario La Barraca, en la España de pre guerra civil. Jorge Luis Borges la recuerda en su libro ‘Norah’, de 1974, testimonio de su relación fraternal en la que compartían juegos y lecturas desde su infancia, autores como Wells, Julio Verne, Edgar Alan Poe y relatos de Las Mil y Una Noches. Norah Borges pintó hasta pocos años antes de su muerte, ocurrida en el 20 de julio de 1998 a los 97 años. |