RoomBa Funky | Marta Ares
Desde hace varios anos, y mucho antes que otros creadores en la Argentina, Marta Ares ha investigado las potencialidades del video como un medio que trasciende lo visual y espacial, para internarse en las problemáticas del tiempo y el movimiento, especialmente de la video instalación y el video expandido.
Es una artista precursora en pensar y producir una estética digital no solo por medio del diseño y las herramientas de la computadora, sino también en la dimensión analógica, donde lo material y lo manual se complementan sin solución de continuidad para servir a la unidad de la obra.
Con la muestra roomBA funky nos propone el goce y la euforia de una catarata de formas que danzan en la superficie de la pintura, del acrílico o de las pantallas modulares produciendo una energía poderosa, una inyección sonora, visual y táctil de felicidad sensible que va más allá de cualquier concepto, que trasciende las bases racionalistas de nuestro bagaje cultural, muchas veces basado sólo en el pensamiento. Así, lo orgánico y lo musical se funden en armonía y melodía.
Si nuestros ancestros, los hombres de la prehistoria, recogían piedras con formas bellas (y perfectas) que colocaban en las tumbas al lado de sus muertos -cuyos huesos pintaban de rojo-, es porque no sólo la trascendencia, sino la búsqueda de la buena forma, son inherentes a lo humano. Algo que en el siglo XX se desarrollara de modo científico a través de la teoría de la Gestalt que analiza la capacidad humana de configurar la percepción.
En las obras de Marta Ares, la sensualidad y el goce se apoderan de distintos soportes para brincar al son de música real. Todo baila, todo es móvil aunque esté quieto, todo resuena aunque sea mudo tal como lo concebía Paul Klee para quien música y pintura eran indivisibles.
Formas abstractas y de carácter casi biológico, a la vez reales y virtuales remiten a Matisse, se sostienen en el espíritu de Mariscal por nombrar alguno de sus artistas admirados. Estas formas, tal vez evocando cuentas, pastillas, amebas, pompones, caramelos, células, lunares, pueblan la composición, elevando la materia al movimiento en todos los soportes, impidiendo todo congelamiento ya que caen, giran, danzan, se deslizan en una explosión de multicapas de colores fríos y cálidos. De James Brown (Hot pants) a Prince (Kiss) y Laurie Anderson (Sharkey's night), pasando por Manu Chao (La primavera) a la música original de Fabián Kesler (Fluir Devenir, Día Vida…), esta muestra abre los umbrales de diversos y sugestivos canales sensoriales para inundarnos en un baño de forma, ritmo y color/calor, que trasciende la retina, haciendo presente y fundiendo el espíritu con la materia.
Graciela Taquini, agosto 2008.
www.gracielataquini.info
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